La Albufera, la isla de agua

Siendo muy pequeño, la primera visión que tuve de este espacio natural que conforma La Albufera, fue la de encontrarme ante una isla de agua, lo cual me chocó en demasía, ya que mi concepto de isla era el de un trozo de tierra rodeado de agua. Pero esa fue mi primera visión y se me quedó en la memoria, esa memoria que los niños retienen en el baúl de la infancia y un buen día, ya pasados los años, aflora de repente.

Esa visión retenida de la isla de agua, fue la que me llevó a realizar este proyecto de un lugar muy especial. Es un lugar donde convergen una serie de elementos que hacen que sea un espacio único, un paraíso para las aves acuáticas; un lugar donde vivir y pasar sus tiempos entre estación y estación; un lugar donde se manifiesta una simbiosis entre la naturaleza y el hombre, a apenas 18 kilómetros de una ciudad como Valencia de un millón de habitantes, a través del cultivo del arroz y la pesca artesanal. Un equilibrio frágil pero sostenible. De algún modo y a lo largo de los años, se ha creado una vinculación muy especial entre los habitantes de las poblaciones que cohabitan con este espacio, así como un sentido de pertenencia que llena de orgullo esa marcada relación. Se respira en el aire, cuando hablas con ellos, en su mirada, esa mirada que dice tanto como sus silencios, unos silencios que acongojan y te dejan sin palabras.

Año: 2018  |  Localización: Valencia