Cuaderno de La Habana

Pero nadie me había preparado para la violencia, los colores y los sonidos del continente que más adelante visitaría muchas veces.

“El trópico me abrumo, literalmente”. (El azar y el destino. Viajes por Latinoamérica. Cees Nooteboom. Ed. Siruela).

Pues eso me sucedió a mi después de los 60 años transcurridos de aquel viaje iniciático de Cees Nooteboom, eso sí, sin violencia. Nunca había tocado el continente americano y me dolía. Por muchas razones: pero sobre todo por Hispanoamérica, por nuestro historia y lengua en común.

Me decidí por Cuba y en concreto por la ciudad de La Habana, en toda su extensión: desde el casco antiguo a los barrios más alejados y menos conocidos, sobre todo. Y poco más tengo que añadir. Yo tampoco estaba preparado para tal bofetada de contrastes en todos los sentidos; humanos, afectivos, históricos, arquitectónicos y siempre tuve la misma sensación en todo el tiempo que estuve trabajando la mirada; me sentía como en casa, como si nunca hubiera salido de la isla.

Localización: La Habana (Cuba)